Tenemos suficiente con los feminicidios, la discriminación, los abusos, la violencia, la subestimación, como para aguantar este día tu hipocresía.
Fotografía tomada por Giselle Murillo
El 8 de marzo de cada año, nuestras redes sociales, televisores, revistas e incluso nuestros espacios de trabajo son inundados de contenidos sobre el Día Internacional de la Mujer. “Feliz día”, nos dicen, con grandes sonrisas y una rosa en mano. O también el típico “¿y por qué no hay Día Internacional del Hombre?”. Sí lo hay, googléalo.
Y luego, mágicamente, pasada esta fecha, de nuevo las mujeres somos puestas en un segundo plano. Nuevamente somos sometidas a las injusticias del día a día, a continuar viviendo en un mundo de hombres que piensan que este día es lo mismo que celebrar un cumpleaños.
Es todo lo contrario, se trata de reconocer que históricamente las mujeres hemos tenido que enfrentar la inequidad, la opresión, la disparidad y la injusticia. Es un momento para sentarnos a reflexionar sobre qué es lo que nos falta para obtener una sociedad igualitaria.
Y no sólo nosotras, sino el mundo entero debe hacer parte de esta conversación.
¿En qué momento la lucha por los derechos de un grupo de personas se convirtió en algo mercantilizable? ¿En qué momento el patriarcado-capitalismo nuevamente hizo de las suyas?
Con chocolates y flores cubrieron la desatención a nuestras peticiones, nos tiran versos sobre ser las “criaturas más hermosas”, sin caer en cuenta que están objetificándonos, de nuevo. O, a lo mejor sí lo saben y, a lo mejor, entienden lo que hacen.
Están los que nos tildan de amargadas porque no queremos un "¡Feliz día!" este 8 de marzo, que por qué lo tenemos que arruinar todo, hasta nuestro día, ja.
También están los que empiezan a mofarse porque los corregimos en que no es una celebración, es una conmemoración, y por eso no se debe felicitar. Ahí es cuando sus "ay, entonces todos los días deben ser de la mujer, ¿no?" en forma irónica aparecen, pero, qué decirles, la respuesta es sí, porque en todos los días restantes del año deben tratarnos con el mínimo de decencia -al menos- con la que nos tratan un 8 de marzo.
Al final, tristemente, esto no va a suceder si la gente, tanto hombres como mujeres y no binarixs, no se toman la tarea de reflexionar lo que significa este día para la historia de la mujer, y para la historia de la humanidad en general.
Para que haya un entendimiento, por más mínimo que sea, se debe dejar de ver este desde la visión patriarcal-capitalista con la que siempre se ha visto. Se debe dejar de hacer mansplaining a sucesos, emociones y sentimientos que ni siquiera han estado cerca de vivir. Se debe dejar de hacer mofa a cada persona que trata de explicar el porqué de tomar en serio esta fecha.
Por favor dejen de usar nuestra lucha, nuestra historia como objeto de mercantilización. Dejen de lado su falsa comprensión y querer, y empiecen a actuar como seres decentes diariamente.
Esto no es una celebración, es una conmemoración de una lucha continua que aún sigue viva, porque si tocan a una, respondemos todas.